En el día de ayer una profesora me recriminaba que había usado el tuit de alguien, en forma de captura de pantalla, para criticar determinadas formas lingüísticas ininteligibles a la hora de vender “chorradas” pedagógicas (sí, lo digo porque lo creo y no debe respetárseme por ello). Una crítica fundamentada en la necesidad de respetar a la profesión y a mis compañeros.
Via Gumersindo Fernández